2007/01/26

Átame



Al pasar al otro lado de la cortina todo cambió.... la luz se hizo más tenue e indirecta. Tus manos me guiaron hacia una cama muy grande y lentamente fuiste bajando la falda hasta que ésta acabó en el suelo. No recuerdo dónde estaba la camisa, creo que la perdí horas antes. El conjunto de lencería que llevaba esa noche era suficiente como para sentirme vestida con él. Lentamente me cogiste desde atrás de la parte interior del brazo a la altura de los codos y me ataste los brazos en la espalda con un fino pañuelo de seda. No te quites los tacones, me gusta verte así.

Sin embargo me pusiste una máscara... esa noche querías que fuera otra y no reconocer mis rasgos ni movimientos ... acepté... yo tampoco quería que fueras tú, necesitaba que fueras otro al menos esa noche.

Me rociaste de un perfume que por supuesto no era el mío, era intenso, fuerte, olía a maderas y flores en contraposición a los olores que siempre he adorado frutales y frescos, con reminiscencias de hierbas, creo que algo en mi interior también había cambiado.

Me besaste la espalda, me lamiste las piernas, me tendiste en la cama y me diste la vuelta... quedamos enfrentados los dos, cada uno enmascarado y bajaste por mi escote hasta llegar al sexo. Creo que ya no era yo o quizás no eras tú y eso me tenía más excitada si cabe. La entrega dió su resultado y finalmente llegué al orgasmo de una manera diferente a la que conocía hasta entonces.

Entonces subiste de nuevo y me susurraste al oído: ahora tú... y comencé a lamerte el brazo, un felino había despertado en mí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos y eroticos dias.

Ros dijo...

es que es viernes!!!!

Anónimo dijo...

Y encima esta lloviendo.... mmmm

Landahlauts dijo...

ayyy los viernes... y los sábados... y los domingos... y los lunes.... y....


Es que, tengo una edad muy mala.