2007/02/20

485 días

Esto había sido lo único que había podido ver durante 485 días... un día tras otro me asomaba al agujero que había en mi barracón por el cual apenas entraba claridad pero sí un frío húmedo que se pegaba a los huesos y que enfriaba y endurecía mi corazón hasta límites que aún no conocía.

Miraba a través de la alambrada y me imaginaba la vida fuera de los límites, la libertad más allá del terreno marchito que se había contagiado de la muerte que viajaba libremente por todo el campo de concentración.

Miraba sin ver más allá de los confines, más allá de las armas de aquellos que nos guardaban como si fuésemos ganado y que nos marcaban a fuego y mataban en grandes salas para amortizar bien sus armas, de aquellos que te despojaban de tus bienes materiales a la entrada y de tu dignidad una vez te hacinaban y dejaban tu voluntad reducida al mínimo.

Miraba y quería ver, quería ver mi vida anterior, mi familia, mis amigos e incluso todo aquello que odiaba y detestaba y que no me acordaba de que lo echaba muchísimo de menos. Miraba queriendo verte y el dolor hacía que se me hubiera desdibujado hasta tu rostro.

Un día ya no tuve que mirar más, pensé que era el final que la sirena tocaba y que en esta ocasión yo sería uno de los afortunados, quería que el tránsito fuera rápido y que todo acabase ya, estaba agotado y rendido, no me quedaban fuerzas para continuar la lucha. Sin embargo, las sirenas continuaron sonando toda la noche, los vigilantes no nos dejaron salir de nuestros barracones, comenzaron a oírse bombardeos a nuestro alrededor y ruido de tropas que rodeaban el espacio que habitábamos desde lo que parecía más de una vida.

Llegó la mañana y amaneció gris, oscura y fría. Llegó la mañana y el silencio, miré por el agujero del barracón por el que todos los días miraba esperando ver algo que no sabía exactamente qué era. Miré y no vi nada. Los vigilantes habían desaparecido, las vallas estaban vencidas y las alambradas arrastradas por los suelos. No había nadie que nos dijera que nos habían liberado, no había tropas que nos informasen que nada nos retenía allí... no había nada.

Miré por el agujero del barracón y miré y vi la estaca, y pensé en lo que nos esperaba, el frío del otoño, la suciedad, la falta de alimentos, la enfermedad, la miseria, el abandono. Miré por la ventana y un compañero me dijo: -"Y ahora qué". - Ahora nada pensé yo, la misma nada de diferente punto de vista. No nos retiene el enemigo, nos retiene la situación. A pesar de todo, me levanté, lo miré y le dije: - Vamos, busquemos a todos aquellos que estén en condiciones de sacar a todo el mundo de aquí.

Fotografía: Peter Merts - Via A desgana

15 comentarios:

Landahlauts dijo...

Vértigo a la libertad... ese miedo a salir y a lo nuevo. A que fuera te falte el mendrugo de pan que tenías dentro...
Ufff, que angustia!!!

Palabrasalbapor dijo...

Sí, es un relato angustioso, lleno de desesperanza. Cuando ya dentro de nosotros no queda absolutamente nada. Menos mal que la última frase sí tiene un atisbo de esperanza.

Muy bueno. Muchos besos.

Ros dijo...

uy la zona de confort, que a veces te acostumbras hasta a lo malo... uuuusususususus....

siempre hay que superar los miedos y avanzar....

Anónimo dijo...

cuando te acostumbras a ello... ¿sigue siendo malo?

Ros dijo...

si, sino te quedarías en tu primer empleo basura, aguantarías que tu novio/a te engañara... que no te pongan el adsl en las fechas señaladas... que te coman la moral.... es malo siempre...

miralo desde la visión quien se ha llevado mi queso??? es bueno cambiar, ver otras cosas y adaptarse al cambio.

Anónimo dijo...

si no digo que no sea bueno cambiar...

¿pero pasa a ser algo malo, simplemente al existir algo mejor?

Anónimo dijo...

Yo esta vez soy menos metafórico y estaba viendo a un judio en un barracón sucio de un campo de exterminio nazi.

Genial el relato
gracias
;)

Ros dijo...

hola melon!!!!
me too.. algo tipo primo levi ...

estaba pensando hacer una serie de relatos con la misma foto de distinto estilo, qué os parece???

hoy por de pronto rayada de películas de guerra... en breve, que estoy peleandome con mi boss para que me deje gastarme losdineros en renovar el diseño de los folletos que tenemos obsoletos... a ver si me deja...

tengo síndrome de estocolmo con este hombre... si se dice a sí mismo que es tonto, como me va a caer mal.... ays ays....

buenos diasssssssssssssss

Anónimo dijo...

jajaja, sus razones tendrá, tu no le digas que no ;)

belakbrilha dijo...

Ser livre ou procurar ser livre interirmente é sempre um acto de coragem...com mistura de alguma angústia

Ros dijo...

quita quita, he conseguido reformar dos!!!!!!!!!! biennnnnnnnn

belakbrilha... bemvido ao meu blog... praçer...

Anónimo dijo...

es complicado, siempre queremos algo más allá, creo que hay que ser inconformista pero tambien hay que saber cuando sentarse a disfrutar de lo que ese inconformismo te ha aportado...........
roxy me gusta lo de los relatos

Ros dijo...

ufff yo ahora mismo no se lo que quiero si fuera mi madre y se lo contase me diría algo así como.... qué pocas hostias te he dado yo de pequeña que todavía tiene tanta tontería en la cabeza....

gracias roci... a ver si me pongo...

yunzapito dijo...

jajaja,

que gracia, y no por el texto, sino porque estaba pensando en preguntarte que si esto era la versión nazi/judía del quién se ha llevado mi queso, pero veo que tú misma ya lo has dicho.

¿Está empezando a soplar para tí el pícaro viento del norte ?

Ros dijo...

ay calla me veo cual rata perdiendome en todos los laberintos... !!!! yo soy más perro de paulov y tengo que recibir muchos castigos para darme cuenta de que algo no es bueno!!!! pero está empezando a funcionar si....