La silla R

Javier Marías ha entrado en la RAE y ocupará el sillón del fallecido Lázaro Carreter. Y para no variar y no esperaba yo menos, ha provocado un poquito de malestar en algún sector que otro por lo prepotente de su discurso de entrada. Chico, yo no esperaba menos si te digo la verdad... que le han propuesto Pérez Reverte (flamante comisario de la Expo de la Fundación Canal sobre los levantamientos del 2 mayo) y otro Gregorio Salvador y personalmente creo que estará encantado de pertenecer a la misma institución a la que perteneció su padre durante más de 40 años. Marías en su discurso trató en su discurso, titulado Sobre la dificultad de contar, precisamente de eso, de la dificultad de contar y de que se asienten hechos concretos (si esto lo lee García Márquez al hombre le da un patatús con lo que él defiende la tesis contraria) y de que es necesario que la gente tenga algo fiable a lo que atenerse y pueda tener "verdades absolutas" a las que acudir cuando dude. Esto cada día más difícil por lo menos es pero bueno, a mí, que me encanta Marías, su prepotencia y soberbia y el modo en que la ejercita porque lo hace con mucha educación... me gusta. Ya sé que tuvo problemas con Querejeta, con padre e hija, pero a mi me gusta, y me gusta su obra, son libros que disfruto enormemente y lo único malo que tienen es que siempre que pillo uno del cual he olvidado el título, hasta que no ha pasado la mitad del libro no soy consciente de que ya lo he leído. Me gustan las historias que cuenta Marías y los artículos que hace para el EPS, me gusta su actitud ante la vida de disfrute de los pequeños placeres y su visión crítica y ácida de la misma que le está permitida por la posición en la que siempre ha estado como buen hijo de filósofo de izquierdas sobre el que dijo que le daba miedo que la gente recordara al filósofo y no a la persona (nadie recordará a la persona, lo que prevalecera siempre será el filósofo que al fin y al cabo es lo atemporal, lo demás queda restringido a los sentimientos de la familia).

Así que yo me alegro de que sea la silla R, de que tenga más quehaceres aparte de ser rey de redonda y de tener una biblioteca que seguro que le pone los dientes largos al Reverte que ha dejado de hacer libros de acción y que le ha propuesto para el cargo.