2008/06/24

Casual Day

La gente de Mandarina es lo que tenemos... que, o escribimos de lo que nos toca (que en mi caso suele ser lo que no suele matarse la gente por querer hacer como es comentar discos de Coldplay -este jueves toca reseña musical sí señor- , teatros variados o música pseudoelectrónica) o nos pisamos las entradas...como ha sucedido esta semana...con una película española.

Lo bonito, que al final decimos casi lo mismo sin habernos conocido si quiera y como una servidora además este finde ha escrito lo indecible para llegar al verano disfrutando de la piscina y las cervezas con los amigos sin tener que dedicarle mucho tiempo al critiqueo de cosas de las que no tiene ni papa... pues no voy a dejar la crítica por ahí colgada... la dejo aquí colgada y así evito hablar de la "experiencia tauromática (existirá ese palabro??) y traumática" que tue ayer con una muchacha que se pensó que yo era un morlaco cualquiera y después de 5 pinchazos todavía no había conseguido sacarme ni una sola gota de sangre.... Así que les dejo con la crítica de CASUAL DAY (pueden disfrutar de la otra también en mandarina magazine).

Casual Day o Friday Casual es la tontería (tradición importada de América dicen muchos) que siguen muchas empresas y así permiten a sus empleados que lleven ropa más de andar por casa los viernes o bien, organizan jornadas de teambuilding donde todo el mundo acaba hasta las narices de ver a su compañero de trabajo hasta en fin de semana aparte de en la oficina. Casual Day también es el primer largo de Max Lemcke y donde cuenta con gente tan importante como Juan Diego, Luis Tosar; Malena Alterio, Marta Etura, Alex Angulo o Alberto San Juan por nombrar a alguno de sus intérpretes.
Esta comedia negra coral trata de las relaciones de poder que se establecen en cualquier ambiente laboral. El poder diferencia a los de una planta de los de otra, a los que tienen un sueldo, unos incentivos y beneficios sociales de los que están por ETT y, finalmente, a los que tienen un enchufe que les hará subir en la empresa de los que no lo tienen y serán toda la vida unos curritos aunque merezcan ascender por méritos propios.

La película no es precisamente para salir riéndote del cine, sobre todo si te pones a pensar que el escenario laboral que reflejan, que no es real pero tampoco utópico, es ese en el que tú desarrollas tu propia actividad profesional y, dónde, de una manera u otra, también puedes sentirte reflejado en mayor o menor parte en las diferentes situaciones que plantea la película.

Una empresa indefinida (ni siquiera sabemos de qué sector hablamos solo que opera a nivel nacional e internacional) va a pasar un fin de semana al campo alejados de todo y durante esa convivencia veremos cómo salen a la luz los diferentes problemas de varios de los empleados, cómo existe un contrato tácito de no agresión en la vida del compañero mientras mantenga la boca cerrada; cómo aquellos que protestan tienen más problemas ( también si apelan a la sinceridad o a algunos valores morales) y cómo el sexo puede influir en un ascenso meteórico dentro de una empresa. Las hipocresías que rodean a todo esto, los cursos de formación, la estabilidad laboral, la presencia de psicólogos de apoyo que hacen parecer todo más civilizado también esta presente en una película que tiene puntos muy divertidos que se ven acallados por un sentimiento amargo de realidad social que te llevas contigo al finalizar la misma.

El director ha sabido contrastar los sentimientos y los mundo laboral y personal mediante la separación de ambientes, siendo la Naturaleza lo que diferencia y delimita perfectamente los ámbitos y estados de ánimo e intenciones que intenta transmitir el director. Por otra parte, la utilización de medios y primeros planos refuerza sin duda la expresión de los sentimientos de los protagonistas al pasar por momentos delicados frente a los planos generales que se utilizan como elipsis para pasar de una historia a otra y que aportan un respiro al espectador además de ser puntos de ruptura de tensión de la película. La utlización de la luz crea una atmósfera agobiante que sin duda es la que marca la historia a los protagonistas.

En definitiva no es smoking room pero si te sientes con fuerza y seguro en tu puesto de trabajo, acércate a verla. Ver a Juan Diego siempre merece la pena.

5 comentarios:

The Walking City dijo...

Seguro que Juan Diego hace de jefe cabrón. Con ese físico está condenado a interpretar papeles llenos de mala leche.

Ros dijo...

po zi... y alberto san juan de psicólogo.. .que no le pega pobrecico, si le pega más estar bajo la supervisión de uno....

isobel dijo...

angustia..., eso fue lo que me lleve de la peli, besitos sanjuaneros

Anónimo dijo...

Mis excusas por el pisotón, te juro que estaré más atento para que no se vuelva a repetir...

Ros dijo...

no hombre da igual... si total una vez que has visto la película... y además, sesupone que yo no escribo de cine... es hiperactividad más que nada