2008/12/10

Hamlet, los amigos y las estrellas

Ahora veo el anuncio de Alejo Sauras y lo entiendo: muchas veces los amigos están lejos para no decirle a un actor cuando lo hace mal. Los amigos de Juan Diego Botto por ejemplo, no le ven desde hace años; no se atreven a decirle que no es buen actor, al menos de teatro y como su madre tampoco quiere hacerle daño, él insiste en seguir trabajando en ello.

Ayer fuimos a ver Hamlet, obra que Juan Diego Botto se ha encargado de adaptar y dirigir, Hamlet, el de Shakespeare si... una lástima pero así ha sido. Y no lo digo porque un texto semejante se podría haber adaptado de manera más "académica" o al menos respetando algunos giros en el lenguaje, porque hay simbologías que pueden tomarse a más o a menos pero hay que intentar mantener, pero es que a Hamlet le ha faltado decir a mitad de la obra algo así como -"joe macho, la he liao parda". Por si eso no fuera suficiente el actor se ha atrevido a interpretar el papel del mismísimo Hamlet en la obra.

¿Era necesario? pues a juzgar con la opinión de tiriwoman y una servidora que vemos todo Shakespeare que se ponga a tiro: no. No es que Botto no tenga las hechuras que tú le supones a un Hamlet, es que le falta voz, y la voz es algo que a un actor se le considera como una herramienta más de trabajo. Durante la obra ha habido momentos en que la tensión que debería haberse podido cortar con un cuchillo se ha transformado en risas...

Porque hacer mal un Shakespeare es, cuando menos difícil (hombre si te pones a hacerlo vanguardista pues puede, pero manteniendo un poco el estilo pues salvas el tipo), pero cuando estás asistiendo a una obra como la de ayer en la que José Coronado es de lo mejorcito del elenco, algo pasa, y seguramente no es algo bueno.

La escenografía bien conseguida, minimalista y con juegos de luces, telas y sombras que es algo que se repite en todas las obras que hemos visto durante los dos últimos años. El vestuario: pa'haberlos matao... aquello era una especie de ambientación retro que no se acogía ni a ninguna época reconocible ni a ningún estilo pero sin uniformidad alguna... uniformes militares pseudonazis... trajes oscuros con bolsillos y botonaduras y estilos del s. XIX para Hamlet y sus similares mientras la madre vestía del siglo XVII o XVIII, una delicia vamos.

Marta Etura era Ofelia y viéndola trabajar aprecias aún más el papel discreto de Nieve de Medina, la actriz que hace el papel de madre de Hamlet porque Marta es guapa, menuda y tiene una voz que la acompaña, pero no llena un escenario, no proyecta. Viendo tal panorama, una llega a echar de menos a Penélope Cruz encima del escenario para que el desastre sea completo.

La obra dura una hora y cincuenta minutos y no se hace tan demencial como para huir o para tirarte por encima de la barra dorada del palco (sí somos pobres, vamos al teatro el día del espectador y nos sentamos en un segundo o tercer piso cuando llegamos tarde, que últimamente es muy a menudo porque habrá crisis pero el teatro lleno y todos los días que no se podían comprar entradas) que no sé quien habrá colocado pero para un ser humano de altura media, te jode la visión de la obra.

Y la calavera la vas a ver de refilón, porque en el famoso monólogo del Ser o no Ser, Botto se rasca la cabeza y lleva al hombro una mochila que tiene que ser seguro la de Pocholo para hacer el discurso de semejante manera y dejar que la intensidad del mismo quede en un segundo plano mientras Hamlet se rasca la cabeza como sin chan.

Así que a veces se va al teatro y no se acierta, pero siempre se disfruta, en mi caso de la compañia. Por si las moscas hay que hacer revisión de clásicos, la de Laurence Olivier o, más de mis obsesiones temporales, la de Kenneth Branagh.

P.D. Y por supuesto no voy a desaprovechar la ocasión de recordar que cien mil vueltas le da Alberto San Juan a Botto, tanto en adaptaciones (que ha lleva unas cuantas) como en obras propias e interpretación (aunque últimamente haga de si mismo) como en atracción personal... que Botto de cerca tiene muy castigada la piel. Yo me quedo con San Juan que será bipolar, depresivo, maníaco y todo lo que quieras, pero al menos al salir de una obra suya no le puedo reprochar muchas cosas.

9 comentarios:

Ipodificada dijo...

Nunca me ha gustado Botto y me lo imagino en el teatro, un horror.

SanJuan le da mil vueltas a Botto y el anuncio de Pascual a mi no me funciona.

Francisco Posse dijo...

Esas cosas suelen pasar cuando lo que buscas es hacer algo que nadie ha hecho, pero no te paras a pensar el por qué nadie lo ha hecho :)

Seguiré tu recomendación y no iré ni aunque me regalen las entradas, ahora sigo con otra que hiciste, los libros de Beidgeger

Ros dijo...

ipod que las fijaciones son las fijaciones hija yo también soy de san juan

paco... ya si te regalan las entradas hombre, aunque sea por recordar la obra... pues ves... no sé si haces bien siguiendo mis recomendaciones ains!!!!!

Anónimo dijo...

Pues ya sabes tú que a mi San Juan, me parece tan buen actor como Espinete, pero vaya, he de decir que ayer, Espinete hubiera hecho mejor de Hamlet.

Ros dijo...

ay me tocas las debilidades....

Anónimo dijo...

Bueno, mujer, eso por las veces que yo hablo de Kaiser Chiefs... :P

kei dijo...

tengo actores y actrices atravesados, pero no sería botto uno de ellos. lo que sí le diría es que deje los clásicos en paz, celestinas y hamlets incluidos.

Ros dijo...

si key los cláscios no son para él

Anónimo dijo...

Joder, pues menos mal, que casi vamos el otro dia, jeje

Gracias!