Josef Svodoba en Madrid

Tantos años mirando y siempre descubres nuevas cosas que ver. Si Isabel me enseñó a mirar hacia arriba durante cualquier paseo para que no me perdiese el estupendo escenario en el que se desarrolla nuestro dia a dia; y gracias a Escrito en la Pared me fijo ahora en paredes y elementos urbanos para descubrir pequeñas o grandes obras de arte, es en los últimos tiempos cuando las escenografías han pasado a tomar cierta presencia en mis rutinas y las disfruto en mayor o menor medida.
El otro día por casualidad me tropecé con la estupenda exposición que estará hasta el 1 de marzo en el Centro Cultural Fernando Fernán Gómez dedicada a Josef Svodoba y puedo decir que hasido una de las visitas que últimamente más he disfrutado, no por la exposición en sí, sino por el estupendo documental en el que el propio autor habla de su obra. Este arquitecto reconvertido revolucionó el mundo de la escena con sus composicones y creó junto a sus amigos La Linterna Mágica.
Normalmente siempre he prestado más atención al contenido que al continente de una obra teatral y la ópera y la danza no me las trabajo (si hicieran alguna accesible y asequible lo mismo no te digo yo que no pero a día de hoy... no) y ha sido mucho más que interesante el descubrir la importancia de la luz sobre el escenario, la unión de técnicas narrativas del cine, la utilización de espejos como un actor más de la obra y otros mil y un detalles que se pueden disfrutar durante la exposición.
En la obra pueden disfrutarse además reproducciones a escala de sus escenografías más famosas y, si unimos a que las más famosas se realizaron en los 70 y la sala en sí, más setentera no puede ser, el ambiente en el que discurre el paseo se hace realmente anacrónico (no sé si está bien dicho, si no sorry) pero sin duda enriquecedor por los cuatro costados.
Abstenerse todos aquellos a los que no les guste y/o atraiga ni el teatro, ni la ópera ni ningún espectáculo concebido de manera que no sea la tradicional (que veo que una que yo me sé va y me da de hostias porque no le va a gustar) al uso.
Así que aprovechando que los paseos al sol en Colón son estupendos, no pasa nada por darse una vuelta por la zona más escondida.