2009/11/17

Depeche Mode. Palacio de los Deportes. 16 de noviembre 2009



Hace mucho que no escribo ni una reseña ni una crónica ni nada acerca de música. Es lo bueno que tiene el disfrutarla sin sentir la necesidad imperiosa de analizarla pero, como desde que tengo blog y voy a Depeche, cuento los conciertos, çeste también lo haré claro.
No entiendo muy bien el revuelo que se ha montado con las últimas actuaciones de Depeche Mode en España, con las de otoño quiero decir. Resulta que vienen en verano con su espectáculo, con sus setlist y con sus movimientos de siempre y son la hostia, los padres del techno que vienen a retomar los sonidos de los 80 para que hordas de nuevos convertidos al negro y lo oscuro rediman sus pecados frente al escenario donde Gore, Gahan y Fletcher actúan como maestros de ceremonias.
Además el frontman, que no líder de la banda, viene arrastrando problemas de salud, lo que hace más apetecible aún si cabe el asistir a una de las actuaciones de la banda de Basildon en España (no sea que la palme y encima sea un bonito recuerdo el haber asistido a una de ellas). Bien, aclamados por crítica y con una respuesta irregular de público... pasan por la piel de toro y meses más tarde avisan que vuelven en noviembre. Hasta aquí, Depeche Mode mola.
Pues algo ha debido pasar con la caída de la hoja porque trayendo el mismo espectáculo (por Dios, Depeche Mode no cambia el espectáculo desde hace más de tres lustros)  la misma actitud y la misma pose, ahora son una decepción tremenda que sólo consigue arracar ovaciones a aquellos fans (devotos) que asisten fieles a sus ceremonias rítimicas trianuales (media de edición de album y gira mundial).
Vale, pues ni unos ni otros, no creo que haya que sacrificarles ni tampoco que adorarles. Ante todo espero que nadie se sienta ofendido si expreso mi opinión ante el último concierto  de los ingleses que vi el pasado lunes. Se trata sencillamente de la opinión de una seguidora de muchos años de este grupo y creo que puedo mantener una distancia racional con la realidad del grupo en la actualidad.
El concierto del pasado lunes, como todos los de las tres últimas giras de Depeche Mode era un espectáculo pensado, creado y estudiado para devotos, para fans de Depeche Mode. Cualquier persona a la que le guste la música y haya visto una vez a Depeche seguramente le habrá gustado el concierto pero no creo que se convierta en fan. ¿Por qué? porque la banda hace un espectáculo fantástico pero, como apuntaba una pareja alemana a mi lado en el concierto que ahorra para irse de gira detrás de ellos por todo el mundo cuando sacan disco, ellos quieren escuchar los nuevos trabajos de Depeche Mode y éstos no son algo que se incentive en sus giras y conciertos. De nuevo por qué. Porque Depeche Mode, lamentablemente para mí y para muchos otros miles de seguidores, dejó de hacer discos redondos hace muchos años y en la actualidad lanza cualquier cosa que se convierte en excusa para realizar una nueva gira mundial de la que cada vez sacarán más ediciones de coleccionista (el punto freak de un devoto puede no tener fin hasta mientras su tarjeta de crédito se lo permita) y en sus conciertos solamente incluye tres o cuatro temas de su último trabajo, centrándose en los grandes hits e himnos de los 80 y los 90 que son los que quiere (espera) ver el público asistente a los conciertos (yo no he escuchado tres veces seguidas el último album del grupo y puedo decir que el setlits era más que familiar para mí, es más, era de cuando me sabía las canciones de un grupo de memoria cosa que hace más de mil años que no sucede).
El resultado de este show es que la banda no capta nuevos adeptos (si alguno si claro) y eso se nota al mirar alrededor tuyo y ver a los asistentes, la mayoría de ellos con una media superior a los 30-35 años. El espectáculo pues, está pensado para fans y estos fans no van a ser eternos y la banda no parece que quiera cambiar esa actitud/tendencia y continúa haciendo malos trabajos (por dios... ha sido muy duro ver a Gore experimentar en el estudio para crear sonidos mecánicos cuando hace 20 años lo hacía en el balcón de una casa). Dicho lo cual, cuando uno va a ver a Depeche Mode pueden pasar dos cosas: que los veas por primera vez y quedes extasiado y consumas sus primeros 8 discos o así porque no pilotas el repertorio bueno del grupo y has sido arrastrado por alguien que te ha dicho que son cojonudos o, por el contrario, eres un puto friki de la banda y te lo sabes todo, todo, todo. Ese es el concepto. Que los medios critiquen esto a estas alturas es ridículo, es como pedirle a Jarvis Cocker que no haga posturas o a Ian Brown que no pegue botes.
El escenario. El escenario es cojonudo, y ya. Anton Corjbin se ha salido por todos los lados. Si en la anterior gira decidió que el futuro iba a llegar, en esta ha vuelto a los 80 y todo de una manera sencilla, buena, bonita y barata. Un simple escenario, unos sintetizadores con aire 80 y una pantalla con una bola presidia un escenario con una pasarela infrautilizada (luego llego a ello). Lo mejor, la forma en la que ha encadenado y cambiado el ambiente del escenario gracias a los juegos y contrastes entre colores fríos y cálidos allí donde la música era más calmada o más reposada y sus sempiternos blancos y negros que para eso él es un maestro y es su marca de la casa. De todas las puestas en escena, me quedo con Home. Solamente una cosita... si deciden hacer algo electrónico y tal... mejor que quiten la batería y pongan más sintetizadores... por coherencia si eso...
El grupo. Fletcher es Fletcher, seriedad, buen hacer y discrección absoluta en un escenario en aras de las dos estrellas reconocidas del grupo. Fletcher lo hace todo bien. Es el más sensible, el más sentido y el menos reconocido.
Gore, Don Martin. Es el puto cerebro de Depeche que durante años y años ha parido las mejores canciones del grupo, las más góticas, las más electrónicas, las más oscuras, dándole siempre el privilegio a Gahan de cantarlas y hacerlas suyas pero reservándose siempre verdaderos temazos, los mejores temas, siempre, siempre, son de Gore. Él hará que los pelos se te pongan como escarpias simplemente con tocar un acorde de guitarra, te deja fría, helada, emocionada. Además es amigo de Fletcher, Gahan llegó después. En esta gira su presencia es mayor debido a los problemas de Gahan. Siento decirlo pero personalmente me gustaba más cuando Gore era EL MOMENTO del concierto. La otra noche lo tuvo vaya si lo tuvo, para mi en Home aunque tuvo todo un repertorio que nunca antes le había visto. Es lo que toca.
Dave Gahan. Él es sexo puro, exuda sexo y sensualidad y casi me muero cuando una chica nos preguntó si era gay. ¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿? no chata, este drogadicto pero vaya... que por más que esté en cada gira más afectado y sus movimientos sean casi imposibles hasta para una mujer... este gay... no és... (coñe, para un heterosexual que queda). Sin embargo y esto me va a doler, la decepción de la noche. Esto no quiere decir que no disfrutara del concierto como una quinceañera, que lo hice, ni que el espectáculo no mereciera la pena (coño que soy fan, para mí la merecía toda) pero no fue igual. Conoces esa sensación que tienes cuando ves que tus padres de repente son mayores y jamás van a ser como antes: esa es la sensación que tuve yo el lunes con Gahan. De repente se me volvió humano. Y no es que no bailara, no es que no cantara como Dios y no es que no animara al público, es que, sencillamente, ya no es como antes. Es como cuando te das cuenta de que algo ya no va a ser jamás como solía ser. Me explico: Gahan bailó, cantó, posó, animó, provocó, si, todo eso y más, pero no igual. Yo estoy acostumbrada a ver a un Gahan que baila durante hora y media sobre el escenario sin parar, que le concede a Gore dos temas como mucho de gloria y que se convierte en el puto amo del escenario. Eso no pasó ayer. Los excesos, el cáncer y la edad no perdonan y Gahan está mayor, se cede a los compañeros y se cede al público para que termine algo que antes, el mismo acompañaba. A pesar de todo y como ya he puesto en el caralibro, esos 47 años son de impresión y estar tan cerca de él como para poderle ver los botines de color gris y que no tiene ni un pelo en el pecho ni un gramo de grasa y que con los ojos pintados está increiblemente sensual y morboso no se lo quita nadie. Y es imposible que lleve ropa interior, visto de cerca, es imposible.
Gordeno. Gordeno no es Depeche. Y ya.
El setlist. Las nuevas las primeras para quitarse el marrón y comenzar con lo conocido que son todos los grandes temas del grupo, luego cuelan alguna más pero de los discos más recientes, apenas hay temas. A mi se me nota la edad y me quedo con Stripped, impresionante como siempre, A question of time y las más recientes de Policy of truth, It's no good o la impresionante Home (creo que fue la que más me gustó). Como siempre toca mis odiadas I feel you y Fly on the Windscreen... hace tanto que no les escucho Halo o Master and Servant que el I want you ni me lo plantearía. Little 15 o Shake the Disiase esperadas por muchos tampoco, el grupo no hace concesiones a la improvisación, que ahora son divos, y Gahan, más.
Y después de todo es te rollazo... ¿merece la pena ir a un concierto de Depeche Mode? pues depende, habrá gente para la que será un grupo más al que han visto en concierto. A mí, con todos sus pros y sus contras, me llena hasta el infinito, son mi grupo y les seguiré viendo mientras ellos y yo estemos en condiciones. La sensación de plena felicidad y que se te erice el vello no tiene precio... escuchar las canciones con las que has crecido, vivido, sentido, querido y llorado, tampoco.
Espero que Gahan tenga envidia de Morrisey y, a los 50, saque disco y lo haga como él y que esté estupendo. No me lo pierdo. Que lo disfruten todos aquellos que todavía estén a tiempo para verles.
El Setlits del concierto, en spotify cortesía de Parasite.

Y Mark Lanegan y los Soulsavers, un puto escándalo... aunque nadie supiera quienes eran.

P.D. Lo que son los conciertos sin alcohol madre... lo que son...

8 comentarios:

mcarmen dijo...

Para mi son un referencia de mi adolescencia. Estan mayores, claro, cómo lo estamos los que crecimos con su música ;-(
Pero es de los pocos grupos de la época que me sigue apeteciendo escuchar a pesar del paso del tiempo, y el único con el que sigo disfrutando cómo cuándo tenía 18 años. Sólo por eso, chapeau, Depeche!

Ros dijo...

Chapeau MCarmen. Gracias por el comentario.

Markitos dijo...

Te has quedado agustísima.

Haz uno igual para el 4 de diciembre.

Ros dijo...

en prodigy no quiero estar tan cerca... me da miedo... asín es... pero vaya... es una de esas deudas pendientes conmigo misma.

Manuel dijo...

¿Tanta polémica se ha montado?. Estoy empezando a estar asustado con todo lo desconectado que estoy de esta parte del mundillo musical.

A estas alturas no sé por qué hay gente que va a ver a Depeche y no sabe lo que se va a encontrar. Ni engañan ni defraudan. A grandes rasgos, opino como tú, pero más resumido, que te has quedado agustiiiiiiiiiiisimo.

Lo de Martin Gore y las mujeres es casi enfermizo :D pero sigue siendo un gran momento para ir a mear y a por un litro de cerveza, en ese orden. Es hora punta, como demuestra el pico máximo tráfico y retenciones que se forman mientras canta el chavalin (jajaja)

Señor Werty dijo...

A lo que hay que sumar su gusto por cancelar conciertos a última hora.

sau2

Ros dijo...

Duczen, lo de martin gore y cualquiera con buen gusto es increible... y si no hourglass...

señor werty... que ha estao malo .... que está fatal... :)

Cosechadel66.es dijo...

Vamos, que de leer esto y aprenderlo puede hasta parecer que he estado en el concierto... me quito el sombrero. Y me alegro que la parte que no analizaba, disfrutara como loca.

Carpe Diem