Juliet, desnuda

Juliet es el nombre de un álbum, en realidad de dos, que ha escrito Tucker Crowe, un cantante americano por el que está loco Duncan, la pareja de Annie. Annie está perdida en un pueblo de Reino Unido y da la impresión de estar con Duncan por comodidad. Le sigue allá donde él va persiguiendo su fanatismo por Tucker Crowe y su obra y se ha amoldado a sus manías y estilos de vida. Annie y Duncan son dos personas formadas, tienen un puesto de funcionarios y están cerca de cumplir cuarenta. A los cuarenta mucha gente se plantea muchas cosas: si está feliz en su vida, si quiere hijos, todo un cúmulo de dudas e inquietudes surgen en Annie y, precipitadamente, la aparición de unas versiones de unas canciones de Juliet, hacen que Annie tome consciencia de su propia opinión y que su vida de un giro. Las vidas de la gente común pueden ser estupendas sin dejar de ser sencillas y las vidas de las estrellas pueden dejar de ser fabulosas con una simple revelación. Tucker, Duncan y Annie se encontrarán en la realidad y tendrán que enfrentarse a la caída de los mitos que todos tenían.

Nick Hornby vuelve a escribir una historia acerca de temas que ya ha tocado con anterioridad; la pareja y la música. Los conflictos en la pareja y la importancia de la música en una, en muchas generaciones. Si su anterior libro, Todo por una chica, me pareció diferente por el elemento fantástico que presenta (os saltos temporales), en esta ocasión Hornby se muestra más que nunca dentro de su estilo y estoy segura que agradará a sus fieles seguidores con esta historia de amor y música. Lo único que van a echar de menos ellos será una banda sonora que poner al libro ya que hasta yo he tenido ganas de saber a qué sonaba Juliet.