2006/02/10

La maruja accidental

Como su propio nombre indica sus apariciones son esporádicas, tiene que saber controlar las mismas para que su presencia no se convierta en habitual y necesaria.

Lo primero que hace es optimizar el tiempo del que dispone y actuar en situaciones muy puntuales cuando el desorden es más que aparente. Entonces despliega sus armas: planifica sus actividades y recursos y se marca un objetivo y un tiempo para realizar su trabajo.

Mientras barre y friega puede perfectamente ponerse al día de las noticias via radio o televisión, siendo en este último caso siempre programas de cotilleo los que sintonizará para poder ponerse al día de desgracias y alegrías de gente vulgar y de alto postín (¿?) y, una vez que ha realizado estas tareas básicas y después de haber recogido todo aquello que hay por medio deja medio preparada la comida mientras plancha, riega las plantas o se pone al día en la tarea de lavar a mano, esa gran desconocida para muchos.

Todo esto lo hace en poco tiempo, sin hacerse ver y mucho menos notar, no obstante deja las tareas realizadas pulcramente y a la perfección según la entiende para que nadie pueda echar en cara nada de lo que haya hecho y, una vez que ha realizado todo este arduo trabajo se dispone a disfrutar de lo que hay más allá.

La maruja accidental piensa en todas aquellas que tienen este trabajo todos los días y piensa que ella pensaría y le daría muchas vueltas si tuviese ese trabajo por definición. Piensa en todas las depresiones, todas las vídas vacías y sin socializar y entonces entiende los grupos de amigas que se reunen para ir al gimnasio, para tomar café, muchas decisiones de tener hijos...

Todas estas marujas que también pueden tener sexo masculino necesitan llenar las horas del día, así mientras deciden qué hacer con su vida mientras no tienen una independencia económica que las permita realizarse y autorealizarse pasan los días, convirtiéndose en madres, prescriptoras, consumidoras, etc.,... la maruja accidental levanta la cabeza, respira profundo y piensa que quizá su vida no está plena y completa pero no tiene mucho que envidiar a la de estas otras mujeres y decide continuar con su camino, alegrándose de que, aparte de estas esporádicas apariciones, hay muchas más otras cosas que hacer.

Libro del día - Película del día

El turista accidental - Anne Tyler (libro) - Lawrence Kasdan (película)

Canción del día:

Mujer florero - Ella baila sola

http://www.cancionerolatino.com.ar/letra.php?id=2973

2 comentarios:

Anónimo dijo...

discrepo! me da igual lo impopular que pueda resultar mi opinión, pero creo que nos engañaron vilmente con la liberación femenina.

Mirad lo felices que eran nuestras madres: en casita, administrando la economía familiar, criando a sus hijos, visitando amigas, engordando sin remordimientos...

y no lo que tenemos ahora: trabajos sin horario de salida, gimnasio, dieta, estres, hijos (a los que sólo ves en pijama), al cuidado de desconocidos...

¿De verdad estamos mejor así? no perdamos el norte, que hay muchas formas de realizarse en la vida.

besitos, Penélope

Anónimo dijo...

mmmm pues a mí si me realizan de esta forma que sea con chacha, que yo me quedo para la vida social, el gym, los niños... eso sí