Castilla León es vida

Así reza el claim de la campaña actual y del portal de internet de la Comunidad de Castilla y León. Y vaya que si es vida. Te lo digo yo, que estoy empezando a disfrutar de las ventajas de ser castaña. Resulta que esta tarde mi vida, que vuelve a ser vida a partir de las 18.30 se ha entrecruzado con el tren que va camino Soria (que bonito verdad, yo me he emocionado). Total, que he pensado, me meto con mi abono E1 y si me dicen algo me hago la tonta que me sale estupendamente (natural vaya). Total, que los trenes de distancia media... tienen una estupenda calidad en los asientos; son muy cómodos ye l espacio entre los mismo permite que mis piernas no sufran ningún malestar mientras leo.

Así que me monté en el tren y comenzó a subirse gente (momento de clasificación social que dista bastante de los viajeros de cercanías; el dato es referencial simplemente)... oigan, señoras castellanoleonesas... que se nota. Ese gesto, esa seriedad, esa sensación de tener enfrente un paso de semana santa y no cambiar el rictus de la cara... ése. No puedo decir nada porque si los castellanoleoneses son unos callos los castellanosmanchegos tienen fama de ser unos rancios... y con razón... que algunos somos payasos y extrovertidos pero piérdete en Guadalajara que para encontrar gente simpática te las vas a ver y a desear.

Total, después de las señoras castellanoleonesas que viajaban solas y tenían ya una edad (lo que hizo pensar que la esperanza de vida de los señores castellanoleoneses no está muy avanzada) comenzaron a subirse habituales del tren.

Comenzó nuestro viaje y descubrí que el confort va a hacer que una deje de leer para echarse en los brazos de morfeo... que relajación más profunda... mientras me iba durmiendo iba viendo como los dos señores de delante, que eran como esos abueletes de barrio sésamo que hablan y hablan y son tan graciosos, iban diseccionando el estreno inminente del Saturday Night Live que ha tenido lugar en cuatro hoy.

El caso es que me estaba riendo mucho pero el sueño me estaba pudiendo así que, cuando estaba medio sopa pero ya a unos niveles de coger el hombro del señor del lado y hacerme un huequito en su regazo... apareció el señor revisor... mmmmmmmmmmm tenía cara serio....

Me pidió entonces el billete y yo muy digna y con una sonrisa (porque no sólo lloro, también me río es lo que tiene la vida, que a pesar de nacer en Guadalajara, de vez en cuando, te ríes) de oreja a oreja le enseñé mi carnet E1. El me miró, miró el carnet con mi foto de terrorista y me dijo bueno vale... y se fué....

Total que cuando casi llegábamos ya a Guadalajara me levanté a mirar si había estos trenes todos los días... y me pilló el revisor a su regreso. Oye, que soy extrovertida, pero yo creo que tengo límites... que el buen hombre, con su buena intención me dió una clase magistral de los estatutos jerárquicos de la Renfe, el mangoneo en la empresa y cómo vacilar a sus colegas.

El resultado final ha sido que, además de a Soria, hay trenes por las mañanas a Valladolid, Segovia y muchos otros destinos idílicos donde se come y bebe bien para olvidar que la gente es austera y adusta (de Castilla y León vaya) y que le tengo que decir a sus compañeros que yo puedo viajar en esos trens que me lo ha dicho XXXXX y que si no les cuente una frase que mantendré en secreto para que no me la copien. A todo esto yo estaba recién levantada... medio sobada y flipando por la charla... porque si me lo hubiera contado a mí vale, pero nos estaba mirando todo el vagón... que te quiero contar, que a mi que me miren no me pone nerviosa ni me avergüenza... si lo elijo yo claro... pero si sin pretenderlo me convierto en el eje de miradas desconocidas me siento no violenta pero sí pelín fuera de lugar. El caso es que el señor era muy simpático y seguramente varios pasajeros más del vagón seguirán mis pasos por el mundo de la distancia media de renfe y así a lo mejor hasta me gusta viajar en tren... pero yo me he bajado totalmente empanada... y pensando que el día que me duerma y llegue hasta Soria .. que pasará... conociéndome pasará... pues que puedo llamar a su casa... y si no está él, ya me presento yo a la familia y oye, pues le pido cobijo.

Así que el mundo hoy es un poquito más dulce porque los viajes van a ser más amenos.... y estas pequeñas cosas para mí son muy grandes. Castilla León y Renfe, qué bonito binomio.