Hace ya unos días que la ví y no quería dejar de hablar de ella. Mi última experiencia con Animalario fue tan "religiosa" que cuando una obra de ellos me llena es necesario que le haga una entrada.
Urtain es la obra triunfadora este año, no en vano tiene 12 nominaciones a los Premios Max de teatro y seguramente se llevarán bastantes de ellos. Urtain es una obra de Juan Cavestany dirigida por Andrés Lima. Urtain es una historia cercana, contemporánea para muchos y que te llega. Te llega porque conociste al hombre, al mito (aunque sea de oídas de tus mayores) y también al juguete roto. Animalario clava este tipo de historias, las hace suyas, las asimila, las gana para sí mimos y para el público que va a verlas. Dejando atrás la crítica social no constructiva de otras de sus obras, dejando atrás esa falsa transgresión, tanto en la puesta en escena como en los recursos escénicos utilizados Urtain recoge las luces y las sombras del pasado reciente de España y las muestra de manera efectiva y efectista pero sin causar grandes estridencias que rompan el ritmo de la obra.
En el dossier de prensa de la obra se cuenta la idea que Cavestany quería transmitir. Urtain fue España. España acabó con Urtain: se suicidó. José Manuel Ibar fue como se solía decir, un pobre hombre pobre. Un hombre que no vivió su vida sino que su vida le fagocitó y le acabó arrojando a la locura y al suicidio, a la muerte. Cuenta además con el añadido de ser boxeador que una metáfora perfecta de la persona que lucha con la vida y acaba perdiendo, sí, acabó perdiendo y eso está escrito en los libros de historia y en el Marca.
Y la escenografía perfecta claro: el cuadrilátero de la vida por el que vemos pasar la historia personal de Urtain y la historia cambiante de España, una España que pasa de la dictadura a la democracia y que juega con sus ídolos con la ligereza con la que se escucha la música de Raphael. Una representación de los estamentos de la vida pública del país donde quedan representada la clase política, el periodismo y la gente de la calle y todo ello dentro de un espectáculo que nos cuenta un maestro de ceremonias que nos introduce en el lado más kitsch de la vida.
Uno de los que seguramente se llevará el Goya será Roberto Álamo que borda un papel que requiere un esfuerzo impresionante ya que representa varios papeles durante toda la obra y que adapta su propia fisonomía a la del personaje que interpreta de manera excepcional. Es la pose, la actitud, la voz, es todo lo que construye el papel y lo borda.
El resto del elenco también están genial y la única pega que le pondría es que, para haber transformado la sala y haber puesto dos laterales más de butacas, la representación de la obra es frontal y eso va en detrimento de la gente que la vió desde los laterales.
Si no has visto Urtain todavía estás a tiempo, es una pequeña gran obra que sin duda este año arrasará.
4 comentarios:
Todo el mundo habla muy bien de esta obra, por algo será... La vida de Urtain desde luego da mucho juego y no me extrañaría nada que terminase también en el cine.
mmmm apuntada está. Gracias Ros
espérate tú a ver cómo acaba Belén Esteban y le hacen serie de tele ya verás...
La obra está bien, ya me diréis si os gusta si la véis.
Había oído cosas buenas de ella, y después de esta crónica tengo que ir a verla.
La pobre Esteban desde que ha caído en manos de Jorge Javier está más desquiciada que nunca. Por cierto, vaya repaso que le dió el maestro Sardá a Jorge Javier ayer.
P.D. Xavier Sardá es la única persona a la que idolatro en este mundo, por muy extraño que le parezca a muchos de mis amigos. Y va en serio.
Publicar un comentario